Preparación

Cortamos la berenjena en rodajas delgadas.

Espolvorear ambos lados con un poco de sal.

Las ponemos en papel para quitarles algo de humedad y su sabor amargo.

La dejamos reposar durante 1015 minutos, para luego enjuagarlo con agua fría.

La secamos con papel cuidadosamente.

Precaliente el horno a 140ºc.

Rociamos la bandeja del horno con un spray antiadherente.

Colocamos las rodajas en la bandeja con un papel para hornear.

Le ponemos unas gotitas de aceite de oliva y le añadimos sal al gusto.

Horneamos cada lado durante 45 minutos, debemos tener mucho cuidado para que no se quemen.

Cuando la berenjena esté tierna y ambos lados tengan color marrón dorado, retiramos del horno y lo envolvemos con papel de platina.

Después de unos minutos, la quitamos del papel y las pelamos.

Colocamos las rodajas en una licuadora con las dos tazas la leche de almendras, 2 cucharadas de levadura, ajo picado, comino, chile en polvo y maicena.

Lo licuamos todo hasta que quede una mezcla cremosa.

Puedes ajustar los ingredientes según tu gusto.

Puedes añadir una pizca más sal y un poco más de levadura para que la crema tenga más consistencia y resalte su sabor.

Ponemos la mezcla en caldero a fuego medio hasta que tenga el espesor que sea de nuestro agrado.

Cuanto más lo calientes, más espeso se pondrá.

Nota: si no consigues el espesor que te gusta puedes ponerle maicena y dos o tres cucharadas de la leche vegetal de almendras.

Antes de ponerlo en caldero debes mezclar para que no queden grumos.

Una vez caliente con el espesor deseado, retiramos del fuego.

Ponemos la crema en un recipiente y la podemos untar con verduras.

Debemos conumir el queso vegano antes para que no pierda su color naranja, debemos consumirlo cuanto antes.