Mucha gente prefiere ir dejando la carne poco a poco hasta que descubren que llevan mucho tiempo sin consumirla y se han acostumbrado. Conforme pasa el tiempo te vas haciendo más seguro de qué cocinar, qué responder, cómo comer.

Beneficios

  • Tus nuevos hábitos alimenticios se van fortaleciendo. Has tenido tiempo suficiente para construir una base sólida que refuerce tus convicciones.
  • Este tipo de enfoque se va adaptando a tus rutinas. Si tienes problemas para adaptarte a cambios bruscos, este estilo funcionará bien contigo y cuando menos te lo esperes ya será parte de tus rutinas habituales.

Inconvenientes

Frente al cambio “de un día para otro”, este enfoque tiene algunas desventajas a tomar en cuenta:

  • Te puedes quedar atorado en alguna parte del proceso y nunca hacer el cambio a la dieta vegetariana. Mucha gente decide dejar de comer mamíferos, pero sigue comiendo aves y peces, o dejan también las aves pero continúan comiendo peces. También puede suceder que cambian el hábito de comer animales por el de comer grandes cantidades de huevo y queso y se extrañan de que sus niveles de colesterol no disminuyan. Hay que tener un plan para que esto no suceda.
  • Siempre crees que no es el mejor momento para empezar.  Te lo has propuesto desde hace mucho pero retrasas la toma de decisión definitiva. Si ya estás convencido de que es lo que realmente quieres hacer, ponte una fecha y comienza a dar pequeños pasos para alcanzar tu meta. No hay pero que valga.

La transición

Cuando decides hacerte vegetariano  hay algunos temas que debes dominar:

  1. Nutrición vegetariana básica
  2. Dónde comprar productos para vegetarianos
  3. Recetas de cocina sencillas para tus comidas diarias
  4. Restaurantes y lugares de comida rápida vegetariana
  5. Cómo transformar celebraciones o eventos en torno a una comida

Independientemente si decides hacer el cambio “de un día para otro” o “poco a poco”, seguramente habrá unas de estas áreas que te interesen más que otras. Tal vez prefieras ser un mini-experto en nutrición o quizá lo tuyo sea cocinar para ti y tus amigos. Sin embargo, te recomendamos que tengas nociones básicas de todos los temas para poder enfrentarte a cualquier situación.

Si eres bastante meticuloso puedes trazar un plan si crees que eso te ayuda en la transición: primero puedes leer una serie de artículos básicos sobre teoría de los derechos de los animales, o testimonios de personas que se hicieron vegetarianas, luego averigua lo suficiente sobre nutrición, juega con tu imaginación e inventa platillos, recurre a recetas existentes o modifica las tradicionales. Date el tiempo suficiente para conocer cada una de las áreas que has priorizado y que te interesan.

No pienses que hay que ser un erudito para hacer la transición al vegetarianismo. No necesitas leer todos los libros existentes o contrastar todas las opiniones. Puedes navegar en Internet, hojear revistas de salud que hablen sobre el tema o suscribirte a un boletín electrónico informativo sobre vegetarianismo. En los blogs de vegetarianos puedes hacer amigos y exponer tus dudas.

Consejos

Mientras te informas, puedes empezar la transición reduciendo tu consumo de animales de una manera fácil:

  • Intenta dejar de comer carne tres veces por semana. Empieza por platos sencillos como pastas, pizza vegetariana, hamburguesas vegetales, lasaña vegetariana.
  • Echa un vistazo en tu supermercado para ver si disponen de salchichas o milanesas vegetarianas. A veces te sorprendería descubrir la variedad de alimentos que hay que nunca hubieran llamado tu atención.
  • Ve a una tienda naturista y compra productos que llamen tu atención. En esto como en muchas cosas hay que probar varias opciones hasta encontrar la que más te gusta.
  • Si sigues comiendo carne, reduce al máximo tus porciones. Recuerda que al decir carne incluimos a los peces; ellos no son vegetales flotantes.

Mientras menos carne comas, menos la echarás en falta y un día te sorprenderá haber pasado toda la semana sin comerla.

Una vez que has dado el paso al vegetarianismo es cuestión de ir experimentando nuevos productos, recetas. Irás leyendo más sobre nutrición y planearás tus comidas con más esmero.

Muchas personas son muy severas consigo mismas. Puedes toparte con una situación incómoda donde a pesar de que dijiste estar intentando ser vegetariano te topes con que no hay nada más que carne. Puedes negarte a comer, pedir que te den una fruta o un poco de pan, o comer un poco de lo que hay. Depende de ti. Es mejor que te mantengas firme en tus convicciones, pues eso también te da credibilidad frente a los demás, pero si claudicas no te sientas mal contigo mismo. Nadie te está juzgando. Mientras tengas claro que quieres ser vegetariano, no importa cuánto te tardas… bueno, a los animales les gustaría que fuera ¡lo antes posible!