La sentencia, que responde a una demanda por parte de representantes de la comunidad judía y musulmana de Bélgica, justifica la restricción de la libertad religiosa que supone la prohibición si la medida es “proporcionada” y busca la protección del bienestar animal.
La medida intermedia propuesta por el TEDH es el aturdimiento reversible, que según este respeta la libertad de culto sin perjuicio de la creciente sensibilidad de los consumidores en cuestiones de bienestar animal. Además, el Reglamento del Consejo 1099/2009 sobre sacrificio establece claramente que “no impide que los Estados miembros impongan la obligación de aturdir a los animales antes del sacrificio, lo que también se aplica en el caso de los sacrificios prescritos por ritos religiosos".
A finales de 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ya respaldó la retirada de los permisos especiales de los que gozaban las comunidades musulmana y judía para realizar este tipo de sacrificios en Bélgica. Ahora, el TEDH ha confirmado que darle al animal una muerte lo menos estresante y dolorosa posible no vulnera los artículos 9 y 14 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que son los de libertad de religión y prohibición de discriminación.
El método de sacrificio por el rito halal implica hacer una incisión rápida y profunda con un cuchillo afilado en el cuello del animal para cortar las venas yugular y aorta sin tocar la espina dorsal, y dejar que se desangre completamente. Este procedimiento es muy similar al sistema kosher judío, que también requiere de un corte profundo y uniforme, siempre con el animal plenamente consciente.
Desde la industria se justifica la popularidad de este método porque no empeora el aspecto de la carne, ya que el aturdimiento puede causar hemorragias cuando el sacrificio no se lleva a cabo inmediatamente después. El secretario general de Federación Catalana de Industrias de la Carne (FCIC) también indicó un gran aumento en las exportaciones a los mercados árba y magrebí.
"Hay partes del animal con menos valor gastronómico para los autóctonos, pero de gran significado para los originarios de otra cultura, como vísceras y patas delanteras; aunque solo una parte del animal va a tener ese destinatario, toda su carne se habrá sometido al rito", detalló Josep Collado en 2017.
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Mientras que en algunos países de la Unión Europea, como Suecia, Dinamarca, Eslovenia, Islandia y Noruega estos métodos están prohibidos desde hace años, en España se siguen permitiendo ambas prácticas. El director de la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y Caprino (Interovic), Tomás Rodríguez, recuerda que en España hay ya un porcentaje "muy elevado" de este ganado que se sacrifica por el rito musulmán y, en menor medida, por el judío.
Según datos de 2017 de la FCIC, el 49,4% de los sacrificios de cordero y el 40,4% en el caso del ganado bovino se realizan por el método halal entre sus empresas asociadas. Estos datos son especialmente llamativos teniendo en cuenta que apenas un 2,3% de la población española profesa una religión diferente a la católica.
Dado que la normativa no exige a los comercios a indicar esta información en los productos finales, los consumidores catalanes estarían adquiriendo, sin saberlo ni demandarlo, productos de animales sacrificados atendiendo a estos ritos religiosos.
Desde AnimaNaturalis valoramos la resolución como muy positiva e histórica, y que puede generar un efecto dominó en la legislación de los diferentes países de la UE. "Por supuesto hay que respetar la libertad de credo, pero nunca la religión o las tradiciones deberían ser excepciones para que no se cumplan las normas de bienestar animal", afirma Aïda Gascón, directora de Animanaturalis en España.
El Eurogroup for Animals, del que AnimaNaturalis forma parte junto a más de 90 organizaciones de protección animal europeas, publicó una encuesta tras la resolución del TJUE que mostraba que los ciudadanos de la UE no quieren que los animales sean sacrificados estando plenamente conscientes.
“Ahora está claro que nuestra sociedad no apoya que los animales sufran indebidamente en el momento más crítico de sus vidas. El aturdimiento reversible permite equilibrar con éxito los valores aparentemente contrapuestos de la libertad religiosa y la preocupación por el bienestar animal según la legislación de la UE actual. La aceptación del aturdimiento previo al sacrificio por parte de las comunidades religiosas está aumentando tanto en países de la UE como fuera de la UE. Ahora es el momento de que la UE haga que el aturdimiento previo al sacrificio sea siempre obligatorio en la próxima revisión del Reglamento sobre el sacrificio”, aseguró entonces Reineke Hameleers, directora general de Eurogroup for Animals.
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