Los investigadores e investigadoras, según Plant Based News, están aprendiendo más sobre el coronavirus, el cual se ha extendido de manera global. Todos los días averiguamos algo más sobre el virus SARS-CoV-2 (popularmente conocido como “coronavirus”), el cual causa la COVID-19.
Será en la próxima Food Revolution Summit, una cumbre virtual gratuita, donde 25 personas expertas en alimentación y nutrición de mayor confianza a nivel mundial, debatirán sobre estos temas y de las cuestiones relativas a la inmunidad. Este evento, que tendrá lugar desde el 25 de abril al 3 de mayo, presentará la información y las investigaciones más recientes en relación a la alimentación, la nutrición, la prevención de enfermedades, la salud del sistema inmunitario y la gestión medioambiental.
Inmunidad inteligente para mantenerse sano
Algunas personas hablan de <<estimular>> su sistema inmunitario, pero no es necesariamente una buena idea. Una de las cosas más peligrosas que puede sucederle a las personas infectadas de SARS-CoV-2 es la llamada tormenta de citocinas.
Esto ocurre cuando un sistema inmunitario sano y vigoroso se enfrenta al virus y libera una amplia variedad de compuestos proinflamatorios, incluidas las citocinas. Básicamente es una respuesta excesiva inmunitaria.
Entonces, de lo que se trata realmente es de tener un sistema inmunitario inteligente. Un sistema que pueda responder de manera eficaz frente a cualquier cosa y que pueda mantener el cuerpo limpio, sano y libre de enfermedades.
Si bien no se ha investigado mucho acerca de los alimentos y los nutrientes que son útiles específicamente con respecto a la COVID-19, es lógico pensar que los mismos alimentos que son buenos para la función inmune general y contra los resfriados, los casos de gripe y otros virus son igual de relevantes ahora.
¿Cómo afecta la alimentación a tu sistema inmunitario?
Es complicado sobrevalorar la importancia de la nutrición para fomentar un sistema inmunitario saludable. Necesitas un grupo diverso de fitoquímicos (compuestos químicos bioactivos de las plantas) para crear una fuerte barrera contra los patógenos ya que en caso contrario, podrías enfermar.
Debido a que la inmunidad generalmente se debilita a medida que te vas haciendo mayor, se vuelve especialmente importante consumir más alimentos que ayuden al sistema inmunitario. Además, existe gran evidencia de que el sistema inmunitario de las personas que consumen dietas saludables abundantes en frutas y verduras, no disminuye tan rápidamente con la edad.
Numerosos estudios han demostrado que la deficiencia de nutrientes causa una función inmune deteriorada sobre las personas ancianas. Incluso en personas jóvenes, como pueden ser de 35 años, una mala nutrición causa estragos en la respuesta inmune.
¡Pero también hay buenas noticias! Cuando las personas mayores toman al menos cinco porciones diarias de frutas y verduras, su respuesta de anticuerpos al estrés mejora.
Elegir alimentos sanos es como reclutar a un ejército microscópico de nutrientes <<entrenados>> para ayudar a tu cuerpo a combatir los gérmenes.
Entonces, ¿qué alimentos debes comer para obtener los nutrientes que necesitas y mantenerte sano?
G-BOMBS al rescate
Algunos de los alimentos más saludables para la salud de tu sistema inmunitario son las llamadas G-BOMBS (en inglés corresponden a las siglas de seis alimentos descritos más abajo), cuyo acrónimo fue desarrollado por el portavoz de la Food Revolution Summit, Joel Fuhrman.
G-BOMBS responde a las siguientes siglas: verduras (Greens), legumbres (Beans), cebollas (Onions), hongos (Mushrooms) y semillas (Seeds). Las G-BOMBS están repletas de nutrientes fundamentales para ayudar a tu cuerpo a combatir las enfermedades.
Verduras
Las verduras tales como las espinacas, la col rizada, las hojas de la mostaza, el brócoli, la col china o las coles de Bruselas, contienen los fitonutrientes que necesita tu sistema inmunitario para su óptimo funcionamiento.
Las verduras de hoja verde son ricas en ácido fólico, calcio y antioxidantes como la luteína y la zeaxantina. El ácido fólico es especialmente importante para producir anticuerpos que trabajen para destruir a los antígenos que te puedan enfermar.
Cebollas
Las cebollas, pertenecientes a la familia de las Allium junto con las chalotas, las cebolletas, los puerros, el ajo y el cebollino, están repletas de compuestos organosulfurados.
Estos compuestos contienen conocidos beneficios para la inmunidad, y se liberan cuando los vegetales de esta familia se trituran o se cortan.
Hongos
Los hongos, incluidos los que se consumen de manera regular como el champiñón blanco, el Crimini o el Portobello, han sido estudiados por su capacidad inmunomoduladora y potenciadora.
Hay gran evidencia sobre el beneficio de los hongos sobre el sistema inmunitario, tanto que han sido incluso estudiados como potencial tratamiento para el cáncer. Además, los hongos pueden aumentar un importante compuesto de equilibrio inmunitario llamado IgA secretora.
Bayas
El principal compuesto antioxidante de los arándanos es el pterostilbeno, estudiado por su capacidad para bajar la inflamación y combatir enfermedades. Las bayas crudas están deliciosas, pero también puedes hacer batidos con ellas, mezclarlas con leche de avena o yogurt, incluirlas en tu mermelada de chía o mezclarlas en la ensalada.
Semillas
Las semillas y los frutos secos como la chía, el lino, las nueces y las almendras son ricos en nutrientes que previenen enfermedades, como la fibra, las grasas saludables de los omega-3, y los micronutrientes como la vitamina E, el hierro, el zinc y el calcio.
El zinc (muy abundante en las semillas de calabaza, del sésamo y del cáñamo), es un nutriente especialmente potente que ayuda tanto al sistema inmunitario que se le conoce como <<guardián de la función inmune>>.
El poder está en tu plato
La COVID-19 puede llevar a cualquier persona al hospital, incluso a niños y niñas. Pero en general, las personas que tienen el nivel de riesgo más alto, tienden a ser aquellas con más edad y las que presentan enfermedades subyacentes como la obesidad, las enfermedades del corazón, la tensión alta, el asma, y la diabetes tipo 2.
Todas éstas, además del envejecimiento biológico, se ven profundamente influidas por tu dieta y estilo de vida.
La dieta moderna e industrializada es rica en calorías y pobre en nutrientes. Particularmente, la dieta norteamericana gira en torno al azúcar, los carbohidratos refinados y otros alimentos procesados, derivando el 34 por ciento de las calorías de la grasa, concretamente de la carne, los lácteos y los huevos. Aproximadamente, el 90 por ciento de los norteamericanos y norteamericanas no consume la cantidad recomendad de fruta y verdura.
Decenas de miles de estudios, publicados en revistas médicas, dejan claro que necesitamos consumir más fruta, verdura además de otros alimentos vegetales e integrales y tomar menos azúcar, harina, carne, lácteos y huevos.
Existen opciones que reducirán de manera drástica el riesgo de sufrir enfermedades crónicas. Y en tiempos de la COVID-19, estas opciones cobran más relevancia que nunca.
Ninguna persona puede controlar lo que ocurre en el mundo, pero sí que tenemos algo que decir sobre las elecciones que tomamos. Y éstas juegan un papel fundamental a la hora de crear nuestro destino.
Fuente: Plant Based News.
Traducido por Ana Belén García Nevado.
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