Preparación

Primero mezclamos los ingredientes líquidos: la leche a temperatura ambiente, la margarina o aceite, la levadura fresca previamente desmigada, las ralladuras, el azúcar y el aceite de azahar (sirve también el agua de azahar). Removemos hasta que la levadura se haya diluido bien.

Luego añadimos la harina y amasamos hasta obtener una bola que se pueda manejar (aunque es normal que se te pegue masa en los dedos). Para amasar yo uso la panificadora en el programa amasado y fermentar. El proceso dura 1:50 minutos. Si no tienes panificadora, luego de amasar ponemos la bola en un cuenco tapada con un trapo limpio y húmedo y dejamos reposar durante una hora aproximadamente. En invierno puede que necesite más tiempo de reposo, la masa debe alcanzar el doble de su volumen.

En una bandeja de horno ponemos papel vegetal. En caso de no disponer de papel vegetal, podemos pintar la superficie con aceite de girasol o margarina, y espolvorear un poco de harina para que la coca no se pegue.

En una superficie limpia y enharinada, apretamos con los dedos la masa para expulsar el aire y luego estiramos la coca dándole la tradicional forma ovalada ayudándonos de un rodillo. A continuación la ponemos sobre el papel vegetal, la cubrimos dentro de una bolsa de basura limpia y la guardamos en el horno apagado una hora más para que se produzca la segunda fermentación, donde también doblará su volumen.

Transcurrida la hora, la sacamos del horno, lo encendemos a 200 grados, y mientras se precalienta, pintamos la coca con la leche vegetal que nos venga bien.

Para decorarla podemos espolvorearla con azúcar y piñones (aunque yo he usado almendras que son más económicas y quedan muy bien), fruta escarchada, e incluso crema pastelera. (próximamente colgaré la receta para la crema pastelera vegana).

Una vez el horno ya esté caliente a 200 grados, la horneamos cinco minutos y luego diez minutos más a 175 grados. Como cada horno es un mundo, mejor pinchar la masa con un palillo hasta que veamos que salga limpio. Este sencillo truco nos asegurará que la coca está hecha también por dentro.

Dejar enfriar y servir.