Les contaré mi breve historia de por qué me hice vegetariana. No tuve ninguna necesidad de ver vídeos de mataderos ni escuchar relatos macabros de qué pasaba con los animales antes de llegar a la mesa. Es posible que muchos necesiten de todo eso para abrir los ojos, pero creo que fui una de las afortunadas que no necesitó de esas ayudas para darme cuenta de que si quieres a los animales, debes comenzar por no comértelos.
Todo empezo a mis 15 años de edad. Era de noche y dormía... cuando de pronto me desperté, abrí los ojos y tenía esa simple pregunta metida en la cabeza: si los amo, ¿por qué los como? No supe responderla entonces, y sería incapaz de responderla hoy. Por eso soy vegetariana, y creo que es la mejor elección que he tomado en mi vida. No soy cómplice de tanta matanza de animales ni de su inmenso dolor. Ellos viven en este planeta para ser parte de nuestras familias, no para ser comida de muchos o vestimenta.
He escuchado a muchos decir que aman a los animales, que son preciosos y bellos, que les encantan... pero se los comen, los usan para vestir y disfrutan de tenerlos metidos en jaulas. Si realmente los amas, hazte la misma pregunta que yo... y cambia tu vida y sus vidas para siempre. No esperes ver un vídeo sangriento de granjas, peleteras o ver fotos de la crueldad que somos capaces de demostrar a los animales. Hazte vegetariano. Simplemente escucha a tu corazón.