A mí no me vino nadie rayándome sobre que dejase la carne, el sufrimiento animal, etc… Simplemente un día se me encendió una lucecita en mi cabeza que hizo que me preguntase qué había tras esa pechuga o ese muslo. Y si ese animal hubiese querido acabar en un plato. Me imaginaba a mi gata en el plato…y no me gustaba nada…entonces… ¿pq una gallina, cerdo, vaca me iba a gustar? A ellos también les gustaría dormir calentitos en una cama igual que a mi gata. ¿No?
Empecé a informarme sobre las granjas y el modo en que matan a los animales. Decidí no participar en esa barbarie jamás.
No conocía absolutamente a ningún vegetariano/vegano, ni nadie que pensase como yo. Imagínate el revuelo que hubo de mi alrededor, familia, amigos, compañeros de trabajo…- Que estás tonta. Que te pondrás mala. Bueno…ya se te pasará. Eres rara… etc, etc…burlas, comentarios desagradables…en fin… Empecé a pensar que la loca era yo por no pensar como los demás. Me sentía sola, muy sola. Mis amistades (las de verdad), decían: Yo nunca dejaré de comer carne. Oh con lo buenas que están las alitas de pollo! Estas loca… Ayá tú…etc…
A mí me encantaba el pollo a l’ast de mi exsuegro, el cordero con patatas al horno de mi madre y las salchichas crudas…oh! Me olvidaba del fuet!! Sí, me gustaba la carne. Pero mi decisión fue dejar mi egoísmo y el placer de mi paladar y no contribuir a esa locura.
Al año o así empecé a ir a manifestaciones y actos, y ahí conocí a personas que pensaban igual que yo. Como Hilario, Raquel, Raquel, Miaa, Ana, Aïda, Sandra, Tania, y un laaargo etc –Por fin! No estoy sola! Esta gente me entiende!- casi lloro. En serio.
Habían veganos (yo era ovolácteo), y no me discriminaron ni abuchearon por comer queso, huevos y miel (leche no, fue lo primero que dejé, gracias a la menopausia de mi madre y la recomendación de la leche de soja de su ginecólogo), me informaron sobre lo que hay detrás de la industria láctea, los huevos, y la miel. Y pensé…bah…no será para tanto… me seguí informando, y pensé…joder…buf… un día seré vegana. Y lo hice. Hay personas que pasan directamente a ser veganas, otras que van dejando poco a poco el consumo de animales y derivados, bien porque cuesta o porque necesitamos una especie de “trance” para pasar de uno a otro.
Pues bien, yo nunca intenté convencer a nadie de que se hiciese vegetariano/vegano. Podía informar si me preguntaban, o hacer alguna broma tipo ”ves…eso es por comer carne”, al igual que yo aguantaba el “ves…eso es por no comer carne”.
Te diré que sin echar charlas, ni rayando a la gente, he “conseguido” (no lo considero un mérito mío ya que es mérito de cada uno por optar a una vida ética, pero probablemente no se lo hubiesen ni planteado, o hubiesen tardado más tiempo en hacerlo) que bastante gente de mi alrededor se lo haya, mínimo, planteado y otros aunque pocos, pero no menos importantes (para mí los más importantes) se hayan “pasado” al vegetarianismo. Simplemente por el hecho de conocerme.
Pues bien, esas amistades, ahora son vegetarianas (ovolacteo). El primero fue mi novio de entonces (el de toda la vida), Ignasi Juan. A los años de ser vegetariana, me empezó a preguntar mucho sobre el tema, como combinaba alimentos, de dónde sacaba según qué, etc. Y yo… joer… que pesado…ai y yo que sé ahora! Yo pensaba: ¿y ahora se preocupa después de años siendo vegetariana? No, no se preocupaba por mí (bueno sí, pero no lo preguntaba por eso en ese momento). Me vino un día (lo recordaré toda la vida) y me dijo que llevaba una semana sin comer carne. Que comería una vez a la semana, cuando su cuerpo le pidiera…pasó un mes, dos…pasó el tiempo y ahora lleva años siendo ovolacteo. Su hermana Patri, mi cuñada y mejor amiga en aquella época (lo de mejor amiga lo sigue siendo), fue la siguiente…sí sí…a la que encantaban las alitas de pollo…XD. Con ella y tiempo, su novio de entonces Toni, ahora también lo és, y el novio de ahora Nacho, también. Yo hago la coña de que es un “virus que se extiende” XD. Incluso el hermano pequeño de Ignasi y Patri, Marc, lo fue unos meses.
Los hay que los conocí siendo vegetarianos pero que en su día fueron veganos, pero por X motivos retrocedieron, y por alguna conversación que tuvimos volvieron al veganismo, como es el caso de Arse.
Alguna gente que conocí en el Camino de Santiago, ahora también son vegetarianos, y quieren ser en un futuro veganos, como el caso de Rosita. O otros que se acercaron para acabar de convencerse, como el caso de Fer.
O gente que conocí hace años, cuando ni se me pasaba por la cabeza el tema, me han enviado mails diciéndome que él y su mujer han optado por una vida más ética y sana como es el caso de Roy. Otros muchos son amistades de mis amistades (no vegetarianos pero que han hecho de enlace), que me han dicho: eii que quiero ser vegetariano! Recomiéndame tiendas especializadas, etc…
Cada uno de nosotros tiene sus propias decisiones, pero te aseguro que pueden influir en las de los demás. Y las de éstos, en otros, y así sucesivamente.
Cada uno de nosotros somos una influencia, así que: sé un buen ejemplo a seguir. Opta por una vida ética.