Cuando era pequeña todos mis juguetes eran animales de todo tipo, tenía colecciones de National Geographic y de Félix Rodríguez de la Fuente y todo mi afán era ver películas de animales, saber sobre ellos y ser veterinaria. Siempre había estado rodeada de animales de todo tipo, en casa, en casa de mis familiares, pero nunca me enteré de por lo que pasaron.
Sobre los 3 años ya empecé a ir a las carnicerías con mi madre y dar golpes a los cristales y llorar y patalear mientras le pedía a las carniceras que "no los rompieran", entonces se tuvieron que inventar que eran fabricados y no eran de verdad.
Más tarde intenté ser vegana varias veces pero en casa era muy difícil, a pesar de que yo lo tenía muy claro ya desde siempre. Hice periodismo, pero siempre quise ayudar en la lucha animalista. Cuando llegué a un trabajo encontré a una amiga vegetariana y otra que no comía carne por salud y por fin pude dar y el paso, y hasta entonces.
Finalmente, quise entrar a veterinaria como segunda carrera pero me dijeron que como vegana iba a pasarlo muy mal y no me lo recomendaban.
Y esa es toda mi historia, intento ayudar en lo que puedo, tanto con mi alimentación, como con mis actos morales, voluntariados etc.