Recuerdo de pequeña un día en el mercadillo ver a un corderito blanco colgado boca abajo, lloraba como un bebé, suplicando por su vida.
Sentí tanta tristeza y quería ayudarle pero mi padre me cogió de la mano y me dijo que no mirara, el sabía que le iban a degollar, porque alguien lo había comprado y se lo iba a llevar a casa y no quería que yo lo viera.
Aquella niña de entonces comprendió que eso no era comida y se negó a comer corderos, ternascos o conejos.
Pero el ser humano es hipócrita por naturaleza y seguí comiendo los cuerpos de otros animales, eran algo, no alguien, no les conocía y nadie nunca me había hablado de ellos como individuos.
Pasaron los años y yo quería cada vez más a los animales, a algunos, porque otros eran comida.
Un par de años antes de hacerme vegana dejé de comer ternera y cerdo, algo me lo impedía.
La información estaba a mi alcance, pero no se me ocurrió mirar la "trazabilidad" que tenía la pechuga de pollo o pavo, o el pescado que seguía comiendo.
Un día mientras veía vídeos en Youtube, di con algo que me iba a cambiar la vida en unos instantes.
No sabía de que iba la cosa, salía un tal Gary Yorofsky dando un discurso en una universidad, parecía echándole la bronca a todo el mundo, sabía algo muy bien y quería que todos lo supieran.
De repente empezaron a salir las imágenes, esos vídeos de las ganaderías y los mataderos, me entraron unos sudores fríos, empecé a llorar, lloré tanto que me dolía en el alma, recuerdo que me tapaba los ojos pero seguía escuchando.
Al cabo de unos minutos decidí parar el vídeo, había visto y oído lo suficiente, en ese instante "me quité la venda de los ojos", conocía toda la VERDAD.
Poco después entró por la puerta mi novio, y le dije lo que había visto en pocas palabras, que no seguiría fomentando el sufrimiento y que me negaba a seguir consumiendo maltrato y agonía. Me dijo "vale, yo tampoco" sin más.
Muchos dirán que lo hizo por amor pero yo digo que fue más por el impacto emocional, es un chico inteligente y de mente abierta, me vio tan mal que entendió lo impactante que pudo llegar a ser lo que había visto para decirle eso.
Así empezó todo, dejé de comer animales y sus secreciones, ahora los quería con todas las letras de la palabra AMOR. Ahora los respetaba y quería que fueran libres y felices, eran alguien, no algo.
Tardé unos 29 años en entenderlo, ahora tengo 34 y todo ese tiempo fui una ignorante, recuerdo que unos meses antes de hacer el cambio llegué a decir que la gente que no comía productos animales eran "una secta rara".
Ojalá alguien me hubiese enseñado todo lo que vi en aquel video, antes me habría hecho vegana, porque si es algo de lo que me arrepiento es de no haberlo hecho antes.
Por eso difundimos la información, porque todos tenemos el deber de saber la verdad, porque lo que conocemos como "normal" pierde todo el sentido cuándo no tiene justificación moral, razones éticas o lógica.