Preparación

1. primero, pelamos y picamos las cebollas y el ajo fino. pelamos también las zanahorias y las rallamos.

2. en una sartén grande, calentamos el aceite (que cubra la base, poquito, no queremos freír, queremos sofreír) y añadimos el ajo y la cebolla. dejamos pochar un poco. cuando más o menos les quede la mitad para acabar de hacerse, añadimos la zanahoria, mezclamos bien y lo tapamos. dejamos acabar de cocinar unos 15minutos. vamos removiendo y revisando para que ni se queme ni se pegue.

3. mientras, en una olla mediana, calentamos el caldo de verduras y cuando comiece a hervir, retiramos del fuego, añadimos la fécula de patata, el orégano, salpimentamos y removemos bien.

4. cuando la cebolla, el ajo y la zanahoria estén bién hechos, lo añadimos al puré de patatas. mezclamos bien y corregimos de sal y pimienta si hiciese falta.

5. lo ponemos en la nevera (en un tupper, por ejemplo) y dejamos enfriar de 3 a 5 horas.

6. una vez frío, toca rebozarlas. ponemos el pan rallado en un plato y la bebida vegetal en un bol. cogemos con una cuchara un poco de relleno (¡es normal que se quede un poco pegada en la mano) y con ayuda de las manos, pasando de una a una, y con ayuda del pan rallado, vamos rebozando, hasta que además de quedarse con forma de croqueta, esté envuelta en pan rallado. nos mojamos la mano con bebida vegetal (yo le he puesto un pelín de sal a la bebida, porque estaba dulce) y hacemos el mismo movimiento hasta que la croqueta queda húmeda (¡no demasiado o se nos desmontaría) y repetimos el paso del pan rallado. así hasta acabar la masa o cuántas queramos hacer.

7. calentamos aceite (no hace falta que cubra la croqueta entera, con que cubra la mitad es suficiente) y cuando esté bien caliente, con una cuchara sopera introducimos las croquetas poco a poco (que no nos quememos y que no se nos desmonte) les damos la vuelta hasta dorarlas por ambos lados y las ponemos sobre un poco de papel de cocina absorvente.