Preparación

Precalentamos el horno a 175º (calor arriba y abajo, ventilador) y preparamos una bandeja con papel.

En un bol mezclamos la harina, el salvado, la sal y el impulsor. reservamos.

En otro bol mezclamos la margarina con el azúcar y batimos hasta obtener una crema homogénea. añadimos ahora la vainilla y la leche, y batimos de nuevo.

Poco a poco incorporamos los ingredientes secos a los húmedos y mezclamos hasta que estén bien integrados.

Sobre una superficie enharinada vamos estirando nuestra masa de galletas a unos 3 mm de grosor y cortamos con un cortapastas de nuestro gusto. colocamos en la bandeja.

Mezclamos la miel de caña con la leche de soja y pincelamos las galletas. este paso se puede obviar, es solo para darles ese color doradito, pero quedan bien igualmente sin pintarlas.

Las horneamos durante 15 minutos, dejamos reposar en la bandeja del horno y después las dejamos enfriar del todo sobre una rejilla… a disfrutar! >^_^<

Nota: preparé estas galletas por la tarde, pero noté que estaban más buenas a la mañana siguiente. recién hechas se les notaba más el amargor característico de la quinoa, en cambio al día siguiente era más sutil.