Preparación

Como veis sólo hay tres ingredientes. en esta receta simplemente os planteo una base para que a partir de ella os deis un gustazo con lo que sea: ensalada, ensalada de pasta, cereales, legumbres,... porque seguro que os pasa como a mi y desde que lo hagáis no vais a parar de pensar en él. animo incluso a la gente que odia el tofu (a mi antes no me decía nada... nada bueno), porque sobre todo ahora, con este calor, ese toque cítrico, fresquito, crujientillo es un gustazo.

Ahí vamos. simplemente (que truco más tonto) en lugar de cortar el tofu vamos a desmigajarlo con las manos, del tamaño que queráis (a mi me gusta que haya que masticar), y lo echamos en una sartén con un poco de aceite, a fuego fuerte. ah! si antes de desmigajarlo lo aplastáis un poco para que suelte algo de líquido, mejor.

Lo removemos de vez en cuando para que no se peguen los trozos entre sí y mientras se va dorando rallamos la lima, el jengibre (un cachito. medio pulgar más o menos) y exprimimos la lima.

Cuando el tofu ya esté dorado y crujiente por las esquinas apagamos el fuego, echamos las ralladuras y el zumo y removemos un ratito mientras se va reduciendo la mezcla.

Dejamos reposar un ratito y ya se lo podemos añadir a lo que queramos. yo en este caso hice una ensalada sencilla con lechuga, tomate, aguacate, zanahoria rallada, sésamo y almendras tostadas. pero lo dicho, que esto pega muy bien con muchas más cosas así que os animo de nuevo a que lo probéis. ¡y a disfrutarlo!