Pasta aglio, olio e peperoncino
Dos mil años antes de la era cristiana ya el ajo había encontrado su lugar entre los seres humanos. en su larga historia nos ha servido como medicina, como talismán contra influencias malignas y, por supuesto, como alimento.
homero llamó “oro líquido” al aceite de oliva, símbolo de prosperidad y poder.
y el fruto brillante de la guindilla, redondo, oblongo, alargado, en forma de cuerno, de color rojo, amarillo cuando madura… , resulta tan estimulante a la vista como al paladar.
la sencillez de esta receta, nos recuerda que la virtud más elevada siempre está cerca de la tranquilidad de lo simple.
Ingredientes
- 200 gr de pasta larga (espaguetis tallarines
- 5 dientes de ajo
- 4-5 guindillas
- Aceite de oliva
- Agua
- Sal
Preparación
Pon la pasta a cocer en abundante agua hirviendo con un poco de sal, hasta que estén al dente.
Mientras, pela los ajos y córtalos en láminas finas. en una sartén con dos cucharadas de aceite, a fuego bajo, sofríe las guindillas y el ajo, hasta que empiecen a tomar un poco de color. entonces retíralos de la llama, pues el proceso de cocción continuará todavía por unos segundos, y se pueden quemar.
Cuando la pasta esté lista, escúrrela bien (sin enjuagar) y mézclala con la salsa. remueve bien, para que se tomen los sabores y sirve caliente.