Preparación

Remojar el trigo integral durante 24 horas en un bol. Cambiarle el agua con asiduidad. Colar. Procesar hasta que se forme una masa homogénea. Agregar la levadura, sal a gusto y aceite. Extender en la pizzera aceitada ayudándose de una cuchara o los dedos.

Cubierta:

Dividir en 4 porciones imaginarias y extender en la primera el tomate con el ajo, albahaca, perejil y aceitunas; en la segunda la cebolla con el orégano; en la tercera la espinaca con la zanahoria rallada y el ajo; y en la cuarta los granos de choclos tiernos con hojitas de perejil. Separar cada porción con el mix de semillas extendidas a lo largo con la ayuda de una cucharita. Salar a gusto y rociar todo con aceite de oliva. Calentar 30 minutos en un horno a 40º o hasta que al entrar la mano se sienta un calor suave y parejo. Vigilar la temperatura. El punto está cuando esté sequita la base y pueda levantarse con espátula. Cortar a lo largo de las semillas y servir.

Variantes:

Se puede reemplazar el trigo integral por trigo pelado, cebada, quinoa o cualquier cereal de grano pequeño. El punto de remojo está al masticar el grano.

Cubiertas: acelga con nueces picadas y hongos comestibles; zapallito, zanahoria y pepino rallado; tomates secos remojados, picados, con aceitunas negras y hongos secos molidos; rúcula con nueces, almendras o maníes picados. O lo que la imaginación nos dicte... Condimentos a gusto: sal, orégano, romero, perejil, ajo, albahaca, etc.

Consejos:

Para preparar el mix de semillas: remojar durante 24 horas 1 cucharada de cada una de las siguientes semillas: girasol y zapallo pelados, sésamo integral, sésamo negro, lino, quinoa, amaranto, ghia, etc en un frasco de vidrio con el doble de agua (la ghia absorbe mucha agua y es gelatinosa) y conservar en el refrigerador. Se puede usar en distintas preparaciones: pizzas, ensaladas, etc

Para la leche de avena: moler en la licuadora ½ kg de avena arrollada y conservar en un frasco de vidrio en la puerta del refrigerador hasta su uso. Preparación: verter en un botellón 3 ½ cucharadas de avena en un litro de agua. Agitar y reservar en la heladera unas horas. Volver a agitar y colar en cada vaso con la ayuda de un colador finito. El sobrante reingresarlo al botellón. Al final guardar los sobrantes en el refrigerador para aplicar en distintas preparaciones: sopas, milanesas crudiveganas, etc. Esta bebida de uso diario es nutritiva y deliciosa. No necesita endulzarse.