Tomate frito casero
Para pelar con facilidad los tomates, déjalos en remojo en agua muy caliente unos minutos antes. Verás lo bien que se desprende la piel. Si haces cantidad suficiente de tomate frito para guardar unos días, preocúpate de echarlo en un recipiente hermético con tapa, y de ponerle una pequeña capa de aceite en la superficie, que evitará que se estropee. Consérvalo en la nevera.
Ingredientes
- 1 kg tomates maduros
- 1 Ajo (opcional)
- 1 Guindilla (opcional)
- Aceite de oliva
- Sal
- Azúcar
Preparación
Pela los tomates, pártelos a la mitad y retírales las pepitas. Pícalos muy menudos, o pásalos por el pasapurés si tienes.
En una sartén o cazuela, pon a calentar dos cucharadas de aceite de oliva, a fuego bajo. Pela el ajo y dóralo entero en ese aceite. Si te gusta el picante, echa también la guindilla.
Añade los tomates, un poco de sal y una pizca de azúcar, que elimina el exceso de acidez.
Sube el fuego hasta que empiece a hervir todo, tapa y baja a fuego lento. Deja freir así, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera, unos 20 - 30 minutos. Cuando veas que se va espesando, corrige de sal, retira el ajo y la guindilla, y listo.
Variaciones: Si no tienes tomates, puedes usar igualmente una lata de tomate natural triturado o entero. Hay personas a las que les gusta hacer un sofrito a base de ajo, cebolla y pimientos, todo bien picadito, antes de añadir el tomate.