Preparación

EL DÍA ANTES:

Remoje los anacardos en agua filtrada durante al menos 5 horas o durante la noche.

FORMANDO EL QUESO:

Escurra los anacardos y colóquelos en un recipiente grande de vidrio. Ponga una olla grande con agua a hervir. Una vez que hierva, vierta el agua directamente sobre los anacardos. Deje reposar 1-2 minutos y drene los anacardos nuevamente. Este paso ayudará a matar posibles bacterias.

Coloque los anacardos en el tazón de una licuadora o procesador de alimentos. Agregue 8 cucharadas de agua filtrada. Licua a alta velocidad, raspando los lados de vez en cuando, hasta obtener una mezcla muy suave y espesa. Este paso puede demorar unos 10 minutos dependiendo de su licuadora.

Abra las cápsulas probióticas y agregue el polvo al tazón.

Agregue el penicillium camemberti, solo 4 gotas son suficientes (aproximadamente 1/8 cucharadita). Si su penicillium candidum está en forma de polvo, 1/16 cucharadita.

Mezcle a alta velocidad durante otros 10-15 segundos.

La crema de anacardo debe ser suave pero espesa. Si es necesario, agregue 1 cucharada de agua a la vez hasta que quede suave. No agregue demasiada agua, debe utilizar la menor cantidad, como sea posible.

Transfiera la mezcla a un paño de algodón y exprima bien. Agregue algo de peso por encima y deje escurrir a temperatura ambiente durante al menos 10 horas. Coloque el paño en un colador encima de un tazón. Nota: puede omitir este paso si la crema de anacardo ya es muy espesa.

Transfiera la crema de anacardo a un recipiente limpio, cubra con una película de plástico y deje reposar a temperatura ambiente durante un día, este paso es importante para que el queso fermente.

Al día siguiente, coloque el tazón en el refrigerador durante aproximadamente 4 horas. La crema de anacardo se reafirmará un poco y será más fácil trabajar con ella.

- Después de eso, cubra una bandeja de horno limpia o una placa plana con papel pergamino. Coloque 3 moldes pequeños de queso en la bandeja o sobre la placa.

- Corta tiras de papel pergamino y colócalas en los moldes. El objetivo es evitar que el queso toque el metal. Llena cada molde con la mezcla y presiona.

MADURACIÓN

Cubra cada queso con caja de plástico (tupper) . Esto es esencial para evitar que los quesos se sequen. Deje reposar en una habitación a una temperatura de aproximadamente 11-13 ° C.

También puede madurarlos en el refrigerador, puede que el moho tarde un poco más en crecer. Madure los quesos cubiertos a esta temperatura durante las próximas dos semanas. No los almacene a una temperatura superior a 13 ° C.

Todos los días durante los próximos 3 días, voltee cuidadosamente los quesos con un plato pequeño. Los quesos seguirán siendo muy suaves, como el queso crema. No se preocupe, será más fácil trabajar con ellos después de cuatro días.

En el día 4, retire con cuidado las bandejas y espolvoree la sal sobre la parte superior de los quesos, deles la vuelta y espolvoree el fondo y los lados con más sal.

Continúe volteando los quesos todos los días, siempre use las manos limpias o trabaje con una película de plástico o guantes para asegurarse de no tocar el queso.

Después de 7 días, deberían ser un poco más duros y debería poder colocarlos en una esterilla de bambú o una rejilla limpia (para que el moho también pueda crecer por debajo)

Deles la vuelta todos los días durante la próxima semana. El moho aparecerá después de 5-7 días y continuará creciendo hasta que estén completamente cubiertos con una corteza blanca.

Después de 2 semanas, envuelva los quesos en papel pergamino o papel de queso y colóquelos en el refrigerador durante al menos 2 días. Cuanto más los dejes madurar en el refrigerador, más fuerte será el sabor.

¡Disfruta con pan francés, higos frescos o nueces!

El queso se mantendrá durante al menos 1 mes en el refrigerador.

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